Habemos Cine Club

Cuando en diciembre de 1895 los hermanos Lumière proyectaron en una sala de París las imágenes de una locomotora llegando a una estación de pasajeros, los espectadores se levantaron despavoridos de sus asientos creyendo que la mole mecánica iba a salirse de la pantalla y arrollarlos. Desde entonces, el cine ha sido para nosotros fuente vívida para volcar y hallar nuestros sueños y fantasías considerados inalcanzables. ¿Quién no se embelesó con el candor de Toto enamorado del celuloide en Cinema Paradiso? ¿Quién no pasó un verano entero sin meter los pies en una playa, un río, una laguna o acequia, temiendo la salida de un bestial tiburón blanco, en medio de tan siniestra tonada, gracias a la notable cinta de Spielberg? O ¿quién no sufrió tremenda abollada de niño (y no tan niño) al creerse un Superman, o Mujer Maravilla y lanzarse con total ensoñación de un piso a otro para después echarle la culpa al piso por ser de kriptonita? Es ahora el cine, como en un tiempo fue sólo la música, un verdadero lenguaje universal que extrapola barreras idiomáticas y culturales que tiene la capacidad de unificar a cientos de personas diferentes entre si pero que pueden llorar a moco tendido ante la tragedia de un par de enamorados desgraciados en medio del naufragio del Titanic. Quienes formamos la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Privada del Norte no podíamos permanecer indiferentes a este mundo mágico que tiene como adeptos al mundo entero. Fue así que, a iniciativa de un grupo de alumnos cinéfilos, el 26 de abril del 2007 se formó este modesto Cine Club que pretende compartir joyitas del cine mundial y esparcir, como virus de computadora, el bicho por el culto al cine. Es decir, no quedarnos en decir simplemente “qué bonita o fea película”, sino empezar a acumular un decente background y tener mediana autoridad para el “yo opino”. Conversatorios tras las proyecciones generarán los debates que posiblemente jamás lleguen a ninguna parte, salvo a la siguiente función.
Y hablando de función, bienvenidos a la próxima.